Definición:
Conjunto de intervenciones encaminadas a obtener un contorno corporal adecuado tras pérdidas masivas de peso mediante dietas o ejercicio o tras una cirugía bariátrica. En estos casos, los pacientes pueden presentar un exceso y descolgamiento de los tejidos que les puede causar tanto problemas físicos (irritación, imposibilidad para una higiene adecuada…) como psicológicos. Las zonas que más requieren tratamiento son: abdomen, brazos, muslos, mamas y cara y cuello
A TENER EN CUENTA ANTES DE LA CIRUGÍA
Previamente a la cirugía hemos de tener presente varios factores.
Peso adecuado y estable:
Los pacientes deben tener un IMC (Índice de Masa Corporal) adecuado así como mantener el peso estable en el tiempo.
Adelgazamientos o ganancias de peso posteriores a la cirugía pueden alterar el resultado final
Examen físico y estado nutricional:
Es importante evaluar el exceso y la calidad de piel así como la presencia de cicatrices de cirugías previas, las cuales, siempre que sea posible, extirparemos o corregiremos.
Debemos detectar posibles déficits de nutrientes asociados a la pérdida masiva de peso y corregirlos antes de la intervención.
Enfermedades asociadas:
Debemos tener presente posibles patologías que pueden presentar los pacientes antes de plantear el tratamiento quirúrgico
Hábito tabáquico:
Los pacientes fumadores deben dejar de fumar de cara previamente a la intervención pues el tabaco conlleva riesgos y complicaciones (alteraciones en el cierre y cicatrización de las heridas, pérdidas cutáneas…)
Planificación adecuada:
Tras una exploración adecuada, es muy importante también escuchar las demandas y expectativas de los pacientes.
En base a todo estableceremos unas indicaciones quirúrgicas así como una pauta o cronología de los distintos tratamientos a realizar